La selección femenina de rugby a 7 conquista una brillante quinta plaza en el Mundial

Tres victorias en cuatro partidos certifican el crecimiento de la selección femenina de rugby a 7 en el Mundial de San Francisco. Tres victorias, en las que además de la conocida bravura, las ‘leonas’ mostraron sobre el campo su madurez a la hora de dominar los partidos igualados.

La victoria sobre Canadá devolvió la confianza a la selección española. Manuel Gómez del Pulgar
  • Las ‘leonas’ derrotan en San Francisco a Fiji (19-12), Canadá (26-14) e Irlanda (12-7)
  • Sólo cayeron ante una de las favoritas, Australia (34-0), en cuartos de final.

Apenas deja el rugby a 7 margen para el error. La modalidad olímpica del deporte oval exprime la potencia física y condensa la intensidad en dos tiempos de siete minutos. Premia la concentración, castiga los descuidos, se rinde al ritmo de crucero. Y siempre con el cronómetro al cuello. El nuevo formato competitivo de este Mundial endurecía además el desafío. Todos los partidos eran eliminatorios y tenían incidencia en la clasificación. Si la victoria en el primer choque contra Fiji daba paso a los puestos de honor, la derrota condenaba a no subir de la novena plaza.

Las ‘leonas’ salieron a dominar el balón, a enhebrar la continuidad hasta encontrar un hueco. Bien guiadas por Bárbara Pla y por Patricia García, anotaron tres ensayos en la primera mitad para marcharse con una ventaja de 19 a 7 al descanso. Llegó entonces la hora de la defensa. Cinco minutos estuvieron las jugadores fijianas a un solo ensayo de distancia; los últimos segundos, con superioridad numérica por expulsión temporal de una española. El equipo de Pedro de Matíasconsiguió detener el asedio a un palmo de su línea de marca. Resistió y se llevó el primer triunfo (19-12).

En el segundo partido, la selección española no pudo plantar cara en cuartos de final a Australia. El conjunto océanico, candidato al título (finalmente quedó tercero), movió el balón a toda velocidad. Rompiendo los placajes, conquistó muchos metros en cada arrancada. Para las ‘leonas’, peor que los tres ensayos encajados en la primera parte (0-15) fue su incapacidad de crear situaciones de peligro. La mejoría en su juego tampoco tuvo premio en la reanudación y Australia exprimió su poderío físico para ampliar el marcador. La dolorosa derrota (0-34) alejaba a España de las medallas y podía dejar interrogantes sobre su juego.

Las dudas se despejaron en el tercer partido. Ante un rival muy cualificado como Canadá, el equipo de Pedro de Matías retomó su apuesta por la posesión, la continuidad y los apoyos. Y amplió además su repertorio. Marcó el segundo ensayo con una patada a ras de suelo a espaldas de la defensa y el tercero con un sprint diagonal de 40 metros de Patricia García a la salida de una melé. 19-0 al descanso y la orden del seleccionador de centrarse en la defensa. Canadá intentó la remontada, anotó dos ensayos, puso en apuros a las ‘leonas’, pero éstas, pese a jugar de nuevo el último minuto y medio en inferioridad numérica, nunca cedieron. España (26-14) ya optaba a la quinta plaza.

Más difícil resultó el último encuentro contra Irlanda. El conjunto español se vio obligado de salida a atrincherarse a centímetros de su zona de ensayo. Resistió. Comenzó a estirarse. En una jugada con numerosos apoyos, Amalia Erbinaadelantó a las ‘leonas’, pero Irlanda igualó justo antes del descanso. La segunda parte exigió la máxima intensidad: contactos muy duros, el trabajo incansable de ambas escuadras para recuperar el balón en el suelo. Un choque de potencia y paciencia decidido por un ensayo ganador (12-7) de Teresa Bueso con el tiempo cumplido.

La selección española de rugby a 7 regresa de San Francisco con la quinta plaza. Un resultado muy meritorio si se tiene en cuenta que la competición femenina, la Liga Iberdrola de rugby, empieza ahora a asentarse. En el Mundial -que ganó Nueva Zelanda- las ‘leonas’ se han consolidado en el segundo vagón de la élite. Y amenazan con seguir avanzando.

Redacción: www.elmundo.es

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