La Federación valenciana de Rugby contará este año con diez nuevas árbitras en una decidida apuesta por la igualdad de género
Sueñan con ser como Alhambra Nievas. Entre la figura de Alhambra Nievas, árbitra internacional reconocida por la World Rugby como uno de los mejores árbitros del mundo, y la apuesta decidida de la Federación Valenciana, que en una labor plausible fomentó la incorporación de
la mujer al arbitraje del oval, este año habrá diez nuevas chicas pitando partidos seniors masculinos y femeninos por los campos valencianos.
La mujer se ha incorporado al arbitraje del rugby de forma decidida. Las licencias se han disparado en este último año. La iniciativa de la Federación Valenciana de Rugby, liderada por José Luis López Pérez, de apoyar con firmeza al oval femenino, ha comenzado a dar sus frutos. De las dos árbitros que pitaban en categoría senior años ha, tanto masculino como femenino, esta temporada ya hay diez nuevas colegiadas por los campos de rugby de la geografía valenciana.
Una representación de ellas: Paula Montoro (UCV), María José Pérez (Abelles), Lorena Martínez (Tatami), María Torres (Estudiantes) y María de la O Rodríguez (San Roque), accedieron a atender la llamada de este periódico para hablar de los motivos por los que eligieron el arbitraje del rugby como opción, sus inquietudes y sus experiencias en el mundo del espectacular deporte del quince.
«Empecé en el rugby con 40 años. Quería ser árbitro para ver el rugby desde otra perspectiva, desde un lugar privilegiado. Siempre se dice que el árbitro tiene la mejor localidad de todo el campo. Soy muy cabezota, si me propongo algo lo tengo que conseguir», comenta María de la O Rodríguez. Esta emprendedora, jugadora, árbitra y directiva del club San Roque de València, reconocía que «ser árbitro es el trabajo más difícil que he hecho y eso que soy profesora de instituto…En una décima de segundo tomas decisiones en las que implicas a muchos jugadores», afirma.
«Un día mi entrenador me mandó lo del cursillo de árbitros y pensé que era una señal: es la vida la que quiere que sea árbitro y me apunté€.», comenta medio en broma medio en serio Paula Montoro. «Yo quería seguir vinculada a este deporte y aprender más, tener más conocimiento del reglamento. La vida te va apartando del deporte», argumenta Lorena Martínez, a quien, por ejemplo, ya se le puede ver pitando un San Roque B-Teruel de categoría masculina un fin de semana cualquiera.
Quizás impulsadas por la figura de Alhambra Nievas, árbitra de rugby internacional que fue reconocida por la World League con el título de Árbitro del año, estas valencianas encontraron en el arbitraje del deporte del balón oval su verdadera vocación.
«Yo llevo jugando quince años, ahora con esta experiencia empatizas más con el árbitro como jugadora», afirma María José Pérez, «el año pasado vi a Alhambra Nievas pitar la final de la Liga en Valladolid y es un referente dentro del mundo del arbitraje», añade.
María Torres profundiza en la cuestión: «El rugby educa en valores desde categorías inferiores y se practica mixto. Hay una costumbre a la igualdad de género y respeto a la figura del árbitro», argumentaba, «Alhambra, por ejemplo, va abriendo camino y pita seniors masculinos y femeninos. Tienes una calidad de arbitraje independiente del género», añadía.
«Alhambra es un referente para el arbitraje ya sea para masculino como femenino. No hablamos de la figura de una mujer sino de que un árbitro español ha llegado hasta donde ha llegado ella. Ella ha pitado a nivel internacional, una final de la Copa del Rey€.. En otros deportes, como el fútbol, no lo encontramos por el machismo o lo que pueda haber detrás. El tener una figura de una mujer allí arriba te motiva. Es un punto de apoyo», explica Lorena Martínez. «Yo soy la futura Alhambra Nievas, quiero llegar a la World Rugby», añade con una sonrisa en la boca Paula Montoro.
«No hay machismo en el rugby»
Al hilo de la explicación de Lorena Martínez, se le pregunta por el machismo en el mundo del rugby. «Yo como mujer no he encontrado diferencia entre hombres y mujeres en el rugby. Ni por parte de los jugadores ni de la gente de fuera. Dentro del campo me siento cómoda y muy respetada. El decir nunca he visto nada€ hay cosas puntuales. Pero en el rugby o no lo encontramos o es más complicado de lo que se ve en fútbol. Hay un respeto a la figura del árbitro sean sus decisiones acertadas o no. Se enseña desde la escuela a los niños», explicaba.
«No hay machismo en el rugby. Hay un respeto tremendo. No hay una negativa hacia la mujer. Hay algo puntual, pero enseguida se ve que la sus propios compañeros o jugadores o padres lo callan. En el rugby no me he encontrado en la vida decirme eso de que eres mujer vete a fregar platos. En mi carrera como árbitro no me lo he encontrado en la vida. Esos comentarios machistas, nunca», añade.
«Los niños entrenan y juegan juntos desde los 6 años y no hay diferencia de género como el béisbol-softball. Hay menos machismo en el rugby», sentencia María de la O Rodríguez.
Redacción: www.levante-emv.com Chente Oliver | València 09.10.2018 | 04:15